The King of Fighters 96.

En un frondoso bosque tiene lugar un enfrentamiento entre dos personas de gran caracter. Uno de ellos es Kyo Kusanagi y el otro alguien desconocido para él hasta el momento.

Sus golpes hacen que Kyo se quede casi sin aliento y éste en un ataque de desesperación lanza su golpe más potente: “Orochínagí en formación inversa 108° (el mismo ataque que acabó con Rugal). El tipo misterioso apaga las llamas con una sola mano. Haciendo burla de la fuerza de los Kusanagi, el hombre lanza por los aires a Kyo y desaparece del lugar, Kyo pierde toda la confianza que tenía en sus puños y considera este combate una auténtica deshonra.

Unos meses después de este hecho los participantes reciben las invitaciones para el nuevo KOF, que este año se organiza legalmente por una compañía japonesa. Será televisado por cadenas de todo el mundo. Kyo forma equipo junto a sus habituales compañeros con la intención de demostrarse a sí mismo que es muy poderoso y que su técnica “Orochinagi” ha mejorado notablemente.

Heidern es contratado por la organizadora del torneo, Chizuru Kagura, como comandante jefe de la policía privada que asistirá al torneo. En su lugar mandará al equipo lkari a su aijada, Leona, una chica de carácter reservado. Geese Howard forma equipo con Krauser y Mr.Big, sus dos grandes rivales. Aunque les propone unirse para probar su fuerza, el auténtico fin de Howard es conseguir toda la información posible sobre el poder de Yamata no Orochi. Iori Yagami es atacado por dos chicas, Vice y Mature, antiguas secretarias de Rugal. Se presentan como tales y le piden disculpas por probar su fuerza, proponiéndole formar equipo juntos. lori accede, desconfiando en todo momento de las verdaderas intenciones de estas atractivas damas.

TORNEO KOF 1996

El torneo marcha con normalidad hasta el momento en que el equipo ikari se desclasifica. Mientras están descansando se les aparece un hombre que viene a hablar con su nuevo miembro, Leona, a la que parece conocer del pasado. La chica le reconoce inmediatamente como el asesino de su familia. Su nombre es Goenitz (el mismo tipo que se enfrentó con Kyo antes del torneo), y se ha trasladado hasta allí para encontrarse con el tipo que el año anterior acabó con Rugal. Lo que no se esperaba éste es toparse con Leona, a la que le explica toda la verdad de su pasado. Ella fue en realidad quien había matado a su familia en un repentino estado de ansiedad y locura provocado por Goenitz. Esto ocurrió cuando Leona era aún una niña, y su estado de inconsciencia le impidió recordar lo que realmente pasó (cuando despertó de él se encontró con las manos manchadas de la sangre de sus padres). Después fue encontrada por Heidern, que la acogió como aijada.

Leona marcha a hablar con Goenitz. Esta revelación que le hace de lo que pasó realmente viene acompañada por toda una serie de sorpresas sobre su procedencia como una descendiente directa del clan Orochi. Leona cae en un estado de depresión profunda. Goenitz sale de escena y la chica vuelve con sus compañeros de equipo. Ralf y Clark se quedan asombrados con el repentino cambio en el estado anímico de la chica y tratan de animarla cuanto pueden. Goenitz marcha a contactar con Vice y Mature, componentes también del clan Orochi, para saber lo que han conseguido averiguar sobre los poderes de Orochi en Iori (el motivo real de las chicas era vigilar al descendiente de los Yagami desde cerca). Le dicen a Goenitz que éste no parece ser un problema para el clan (en realidad están mintiendo, ellas han decidido abandonar su destino como hijas de Orochi para volver a la vida normal). Yagami, que se encontraba cerca del lugar, descubre quiénes son en realidad sus compañeras de equipo. Una vez marcha Goenitz, Iori se dirige a sus compañeras fingiendo que no sabe nada. Pero la presencia de Goenítz fuerza en él un estado de ansiedad y desesperación similar al que Leona sufriese años atrás y, descontrolado, Yagami acaba con la vida de Vice y Mature (éstas no tienen tiempo de reaccionar). Esta escena es presenciada por Goenitz, y es algo que le trae sin cuidado, ya que acaba de ver el potencial real de Yagami y las chicas por tanto ya no le son de utilidad.

Mientras ocurre todo esto el torneo sigue avanzando en su curso habitual. El quipo de Kyo avanza como en los anteriores KOF, quedando como equipo vencedor. Las normas del torneo les llevan a recoger el premio a un gran estadio donde les esperan el organizador del torneo con el premio y una gran cantidad de aficionados que llenan las gradas para ver a sus héroes en vivo y en directo.

Chizunu se presenta ante el equipo japonés como la organizadora, y les propone pelear contra ella para probar su fuerza. En un combate entre los tres y ella salen mal parados Daimon y Benimanu, a quienes llevan fuera para hacerles cura. Entonces, Chizunu le explica a Kyo la verdad del por qué de haber organizado oficialmente el torneo que Rugal hizo con fines personales. Ella es descendiente del clan Yeta, encargada de custodiar los dos sellos sagrados que custodiaban las almas de los 8 hijos de Orochi y el poder del mismísimo Yamata no Onochi. Estos sellos fueron creados siglos atrás por sus antepasados para mantener la paz y el transcurso de la vida humana en el mundo, pero el primero de ellos, el de los hijos de Orochi, fue profanado por el clan Yasakani (ver lori en la biografia de personajes para no liarse demasiado), quedando liberados sus espíritus, que por tanto ahora deben estar en los cuerpos de 8 personas en el mundo. Ante la posible aparición de estos enemigos de la humanidad, Chizuru busca a aquel que derrotó al poderoso Rugal, miembro además del clan Kusanagi (otro de los encargados de sellar en el pasado a los Orochi), con el que podrá quizás hacerles frente.

Entonces, un fuerte huracán azota el estadio arrasando con él y con todas las personas que allí se encontraban. Kyo y Chizunu resisten el extraño desastre, y entra en escena la persona que lo ha provocado: Goenitz. Kagura tiene claro que él es uno de los 8 descendientes de Onochi, y avisa a Kyo de que si no se unen su poder acabará con ellos.

Entra en escena ahora Yagami, extrañado por lo sucedido en el estadio. Deseoso de preguntarle a Goenitz por qué Vice y Matune estaban vigilándole, Iori se une al grupo de Chizunu y Kyo. Kusanagi, que reconoció en un instante a Goenitz como el tipo que le derrotó en el bosque, se enfrenta a él haciendo uso de sus técnicas mejoradas de puños. Mientras, Chizunu le explica a Iori lo que han de hacer para acabar con el hijo de Orochi..

Goenitz propina una paliza a Kyo y, sin darse cuenta, se encuentra dentro de una extraña tela invisible que le impide hacer uso del viento. Esto es obra de Kagura, entre cuyos poderes se encuentran la anulación del Kl.

Yagami ataca entonces lanzando un ataque secreto de su clan que paraliza físicamente a Goenitz. Chizunu se percata de algo extraño en su ataque: la llama que desprende Yagami es de color rojo, pese a que habitualmente éste emplea llamas púrpura. Entonces, Kagura grita a Kyo que le propine un Orochinagi a plena potencia y Kusanagi golpea a Goentiz, que cae al suelo destrozado. El hijo de Orochi, admite la derrota a manos de sus rivales. Entonces, antes de que le saquen algún tipo de información acerca del paradero de los demás hijos de Orochi, crea un fino viento cortante con el que se corta la garganta.

Chizuru se dirige verbalmente a Iori y Kyo, y les empareja como hermanos de destino, explicándole a Yagami que las llamas rojas que ha lanzado revelan su procedencia como hijo del clan Yasakani, algo que oculta al usar siempre las púrpuras, procedentes del clan Orochi. lori se ríe de su destino y le dice a Kagura que puede controlar su poder púrpura cuanto quiere, algo que a Chizunu no le queda tan claro. Justo entonces a lori le sale un poco de sangre por la boca, procedente del intenor. El ‘Disturbio de la Sangre” empieza a hacer mella en él, aunque es muy poderoso y parece aguantar. Yagami emplaza su lucha contra Kusanagi para otra ocasión, dejando el lugar.

Kyo regresa a casa dándole vueltas a todo lo relacionado con KOF y su destino, algo a lo que nunca ha hecho mucho caso y que ahora se presenta como algo inevitable... Quizás sea hora de empezar a hacer caso de las palabras de Saisyu Kusanagi...